CANCÚN, Quintana Roo.- Dos de los sectores más importantes en la economía de Cancún, el hotelero y el restaurantero se suman a la ola actual de cuidado al medio ambiente que se vive en Quintana Roo y por lo pronto este viernes formarán con la empresa REOIL un convenio, primero en su tipo en el país, para el reciclado de aceite usado de cocina.
De acuerdo con datos recabados, la Asociación de Hoteles de Cancún (AHC) y la delegación local de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (CANIRAC) participan en el acuerdo con “la firme convicción” de continuar promoviendo entre todos sus agremiados la correcta disposición del residuo de aceite usado de cocina (RAUC) que tiene un alto potencial contaminante.
Se sabe que los negocios agremiados de ambos organismos, en general, ya disponen de este residuo en forma correcta, pero el convenio con REOIL da una nueva dimensión al reciclado, por la filosofía de esta empresa de valorizar el RAUC.
Además, como parte del convenio, REOIL instalará su sistema de recolección y planta de acopio en la zona, creando trabajos permanentes y formales.
El acuerdo que se firmará el lunes, es el primero en su tipo en nuestro país, representa un esquema ganar – ganar para todos los que participan en él pues al valorizarse los residuos, los hoteles y restaurantes no tendrán ningún costo adicional por apoyar el medio ambiente del destino turístico.
Según el convenio, la solución ecológica y económica, se integra a la nueva corriente de soluciones ambientales “donde la ecuación del pensamiento verde está balanceada”.
El nuevo esquema de colaboración se logró gracias a la iniciativa y conjunción de esfuerzos de la agrupación hotelera, que tiene a más de 100 centros de hospedaje afiliados, con alrededor de 25,000 habitaciones, y la restaurantera, que reúne a 150 de los restaurantes más importantes de la ciudad que ofrecen al turismo una amplia gama de opciones de la más alta calidad.
Con el acuerdo, ambas agrupaciones desean encontrar una solución sustentable y destinar este residuo al mejor uso ecológico posible, “para hacer una diferencia y contribuir, en forma concreta y medible”, a la reducción de gases de efecto invernadero y al calentamiento global.
En cuanto a REOIL, se sabe que es una iniciativa de fondos de inversión mexicanos y europeos, del sector verde.
Comenzó operaciones en el Distrito Federal en Mayo de 2009, y a la fecha está desarrollando un agresivo programa de expansión en todo el país, del cual el proyecto Zona Maya es pieza clave.
Fue la primera empresa en el país en contar con un Plan de manejo para RAUC, otorgado por la Secretaría del Medio Ambiente del Distrito Federal y es la única que exporta este residuo.
En este momento, sólo REOIL puede comprobar fehacientemente que todo el RAUC que recolecta es convertido en Pre – TPO y exportado a distintas fábricas de biodiesel establecidas en la Unión Europea (Alemania, Austria, España y Francia, principalmente).
Con su modelo de negocio y viabilidad operativa, REOIL ganó el primer lugar del concurso nacional Cleantech Challenge 2010, entre 177 empresas de tecnología y negocios verdes.
Más de quince años después de que se iniciara en España la recogida selectiva de basura urbana, el reciclaje de materiales presenta niveles de éxito dispar. ¿Reciclamos?, ¿cuál es el balance?, ¿lo acepta la ciudadanía?, ¿no será mejor reutilizar y reducir que reciclar? Cualquier evaluación requiere matices. La recogida selectiva de vidrio, papel y cartón presenta resultados más que aceptables; en Catalunya superan el 55% del total consumido. En cambio, el reciclado de envases de plástico doméstico - iniciado a finales de los años noventa-es el punto más débil de la gestión. La recuperación de la fracción orgánica de la basura es sólo incipiente (aunque ha dado un gran salto en Barcelona), y existen pocas iniciativas para prevenir la generación de residuos urbanos, cuyo aumento incesante sólo ha parado la crisis.
Los ciudadanos se muestran cada vez más activos en la recogida selectiva. Saben que el aprovechamiento de materiales frena el agotamiento de recursos naturales (como el petróleo) y que crea riqueza en la industria recicladora. Sin embargo, un dato ilustra la principal carencia: sólo se recicla uno de cada cuatro envases domésticos de plástico, el 26% (2008), según Cicloplast, que reúne a fabricantes y recicladores.
Yel resultado es que hay quien duda de que se esté cumpliendo la directiva comunitaria. La UE obligó a alcanzar una tasa de reciclado de envases de plásticos del 22,5% en el 2008 (incluyendo domésticos, comerciales e industriales), y ese año se registró una tasa del 24,5%, según el Ministerio de Medio Ambiente. Un aprobado por los pelos. Así, la Fundació per a la Prevenció dels Residus juzga que este porcentaje podría ser menor si se mira el reciclaje neto (no en bruto), es decir, contando el material que sale de la planta recicladora.
¿Qué está fallando? ¿Por qué se reciclan tan pocos envases de plástico doméstico?
Ciudadanos, gestores de residuos
Muchas razones explican ese escaso reciclaje y una doble contradicción lo resume todo. El éxito del sistema pivota sobre el grado de implicación del ciudadano a la hora de llevar el envase al contenedor amarillo (envases de plástico, briks y latas); pero, en cambio, no hay freno a la invasión de nuevos envases de usar y tirar. Por más que se intente la separación, cada vez hay más tipos de plásticos que dificultan la tarea de los ciudadanos como "gestores de residuos". Faltan incentivos y estímulos para apoyar ese esfuerzo (no hay a veces espacio material en la cocina); y en cambio, sigue habiendo manga ancha para poner en el mercado envases con los más variados tipos, tamaños, formas y volúmenes, hechos con materiales y plásticos mixtos, lo cual complica la segregación y el futuro reciclado.
Faltan contenedores amarillos
Vistos los resultados, faltan campañas de concienciación (pese a que se han llevado a cabo muchas) y se necesitan más contenedores amarillos en muchos sitios de España. "Algunas administraciones no facilitan la separación en origen. En Valencia, como en bastantes ciudades más, a dos kilómetros a la redonda de donde estamos, no hay ni un contenedor amarillo para envases ligeros, ni azul para papel y cartón", dice un vecino de Valencia.
Materiales mal seleccionados
En el contenedor amarillo deben depositarse los envases ligeros (de plástico, briks y latas). Sin embargo, el 30% de los materiales está mal seleccionado (impropios), aunque este porcentaje es de sólo el 24% en Catalunya, según Cicloplast. "Se precisan más campañas para mejorar la calidad de lo recogido; encontramos por error demasiado cartón en el contenedor amarillo", dice Teresa Martínez, directora general de Cicloplast. En el contenedor amarillo se depositan por error vidrio, papel, cintas de vídeo o textiles. La mala separación complicará la tarea en las plantas de selección.
Carencias en plantas de selección
Las plantas de selección de envases y plásticos - adonde va la carga del contenedor amarillo-son cada vez más modernas y separan con diversos procedimientos los diferentes envases y plásticos para que luego sean reaprovechados. Pero por más tamices y filtros que se pongan, son incapaces de hacer frente a la ingente cantidad de plásticos distintos que acaban aquí. Los hay de todo tipo, tamaño, formas y volúmenes - botellas, láminas, bandejas...-,lo que dificulta la correcta segregación. "Debemos mejorar la automatización de las plantas", dice Teresa Martínez.
Mermas en plantas recicladoras
Entre el 15% y el 30% del material procedente de las plantas de selección no puede ser aprovechado en las industrias recicladoras debido a las mermas en el proceso, según explica Andrés Parreño, gerente de Anarpla, la asociación de empresas recicladoras. "Nos llega material sucio y, además, abundan los materiales plásticos mezclados, con doble composición, el PET y el PVC juntos por ejemplo, lo que comporta costes añadidos y la necesidad de volver a preseleccionarlos", añade.
Ecodiseño del producto
Habría que simplificar los componentes para facilitar el trabajo al ciudadano y que sepa qué es plástico y qué otra materia. Los expertos reclaman que se manufacturen y diseñen envases plásticos con materiales concebidos desde el principio para ser luego reciclados. "Hay que favorecer el ecodiseño", afirma el gerente de Anarpla. Los expertos reclaman que los envases de plástico sean diseñados de manera que se reduzca el uso de materiales y se logre un menor peso, lo cual ayuda a facilitar la gestión de estos residuos.
Fraude en el punto verde.
Ha aumentado el número de contenedores amarillos en las calle, gracias en parte a la financiación que aporta un sobrecoste de los envases (marcados con punto verde gestionado por Ecoembes), destinado a que los ayuntamiento instalen contenedores. Pero todavía muchas empresas no están adheridas al sistema de gestión de Ecoembes y lo eluden para no pagar, lo cual frustra un mayor grado de implantación de contenedores amarillos. Ecoembes juzga el fraude en un 10% (ahora tiene adheridas 12.175 empresas al punto de verde), pero otros sectores creen que este porcentaje es en realidad mucho mayor.
"Si sólo caminamos hacia el reciclado, no nos quitaremos de encima el problema de los residuos. Necesitamos instrumentos de prevención y reducción", afirma Genoveva Català, directora de la Agència de Residus de Catalunya. La Generalitat ha pedido que la nueva ley de residuos estatal aborde el diseño de los envases (para homogeneizar materiales y restarles peso) y la reducción de sobreenvasado.
Yel resultado es que hay quien duda de que se esté cumpliendo la directiva comunitaria. La UE obligó a alcanzar una tasa de reciclado de envases de plásticos del 22,5% en el 2008 (incluyendo domésticos, comerciales e industriales), y ese año se registró una tasa del 24,5%, según el Ministerio de Medio Ambiente. Un aprobado por los pelos. Así, la Fundació per a la Prevenció dels Residus juzga que este porcentaje podría ser menor si se mira el reciclaje neto (no en bruto), es decir, contando el material que sale de la planta recicladora.
¿Qué está fallando? ¿Por qué se reciclan tan pocos envases de plástico doméstico?
Ciudadanos, gestores de residuos
Muchas razones explican ese escaso reciclaje y una doble contradicción lo resume todo. El éxito del sistema pivota sobre el grado de implicación del ciudadano a la hora de llevar el envase al contenedor amarillo (envases de plástico, briks y latas); pero, en cambio, no hay freno a la invasión de nuevos envases de usar y tirar. Por más que se intente la separación, cada vez hay más tipos de plásticos que dificultan la tarea de los ciudadanos como "gestores de residuos". Faltan incentivos y estímulos para apoyar ese esfuerzo (no hay a veces espacio material en la cocina); y en cambio, sigue habiendo manga ancha para poner en el mercado envases con los más variados tipos, tamaños, formas y volúmenes, hechos con materiales y plásticos mixtos, lo cual complica la segregación y el futuro reciclado.
Faltan contenedores amarillos
Vistos los resultados, faltan campañas de concienciación (pese a que se han llevado a cabo muchas) y se necesitan más contenedores amarillos en muchos sitios de España. "Algunas administraciones no facilitan la separación en origen. En Valencia, como en bastantes ciudades más, a dos kilómetros a la redonda de donde estamos, no hay ni un contenedor amarillo para envases ligeros, ni azul para papel y cartón", dice un vecino de Valencia.
Materiales mal seleccionados
En el contenedor amarillo deben depositarse los envases ligeros (de plástico, briks y latas). Sin embargo, el 30% de los materiales está mal seleccionado (impropios), aunque este porcentaje es de sólo el 24% en Catalunya, según Cicloplast. "Se precisan más campañas para mejorar la calidad de lo recogido; encontramos por error demasiado cartón en el contenedor amarillo", dice Teresa Martínez, directora general de Cicloplast. En el contenedor amarillo se depositan por error vidrio, papel, cintas de vídeo o textiles. La mala separación complicará la tarea en las plantas de selección.
Carencias en plantas de selección
Las plantas de selección de envases y plásticos - adonde va la carga del contenedor amarillo-son cada vez más modernas y separan con diversos procedimientos los diferentes envases y plásticos para que luego sean reaprovechados. Pero por más tamices y filtros que se pongan, son incapaces de hacer frente a la ingente cantidad de plásticos distintos que acaban aquí. Los hay de todo tipo, tamaño, formas y volúmenes - botellas, láminas, bandejas...-,lo que dificulta la correcta segregación. "Debemos mejorar la automatización de las plantas", dice Teresa Martínez.
Mermas en plantas recicladoras
Entre el 15% y el 30% del material procedente de las plantas de selección no puede ser aprovechado en las industrias recicladoras debido a las mermas en el proceso, según explica Andrés Parreño, gerente de Anarpla, la asociación de empresas recicladoras. "Nos llega material sucio y, además, abundan los materiales plásticos mezclados, con doble composición, el PET y el PVC juntos por ejemplo, lo que comporta costes añadidos y la necesidad de volver a preseleccionarlos", añade.
Ecodiseño del producto
Habría que simplificar los componentes para facilitar el trabajo al ciudadano y que sepa qué es plástico y qué otra materia. Los expertos reclaman que se manufacturen y diseñen envases plásticos con materiales concebidos desde el principio para ser luego reciclados. "Hay que favorecer el ecodiseño", afirma el gerente de Anarpla. Los expertos reclaman que los envases de plástico sean diseñados de manera que se reduzca el uso de materiales y se logre un menor peso, lo cual ayuda a facilitar la gestión de estos residuos.
Fraude en el punto verde.
Ha aumentado el número de contenedores amarillos en las calle, gracias en parte a la financiación que aporta un sobrecoste de los envases (marcados con punto verde gestionado por Ecoembes), destinado a que los ayuntamiento instalen contenedores. Pero todavía muchas empresas no están adheridas al sistema de gestión de Ecoembes y lo eluden para no pagar, lo cual frustra un mayor grado de implantación de contenedores amarillos. Ecoembes juzga el fraude en un 10% (ahora tiene adheridas 12.175 empresas al punto de verde), pero otros sectores creen que este porcentaje es en realidad mucho mayor.
"Si sólo caminamos hacia el reciclado, no nos quitaremos de encima el problema de los residuos. Necesitamos instrumentos de prevención y reducción", afirma Genoveva Català, directora de la Agència de Residus de Catalunya. La Generalitat ha pedido que la nueva ley de residuos estatal aborde el diseño de los envases (para homogeneizar materiales y restarles peso) y la reducción de sobreenvasado.