30 nov 2010

Firme paso para reciclar los efluentes cloacales

A media mañana de ayer, el intendente Cristian Breitenstein firmó en Jerusalén un convenio con Mekorot, la compañía nacional de agua de Israel, y Aguas Bonaerenses SA (ABSA), para concretar, en un plazo de 90 días, el anteproyecto de reciclado de efluentes cloacales en Bahía Blanca.
     El estudio servirá de base para la posterior licitación de la obra que permitirá aprovechar líquidos desechados, una medida largamente reclamada, cuya necesidad se enfatiza ante la emergencia hídrica, sobre todo para cubrir la demanda de las industrias.
     "Mekorot desarrollará la documentación que sirva como base del pliego. En ese proyecto estarán resueltas cuestiones técnicas vinculadas a la obra, desde la calidad del agua recuperada, en principio con destino industrial, hasta la tecnología a aplicar de acuerdo con nuestro territorio", señaló el intendente en una comunicación telefónica con "La Nueva Provincia".
     También en la víspera, el jefe comunal visitó las distintas plantas de Mekorot, compañía que desde 1937 es responsable de la provisión y distribución del 80 por ciento del agua potable de ese país, y cuyos directivos han visitado nuestra ciudad en los últimos meses.
     "Es una empresa formada en una experiencia única, puesto que ha realizado todos los tratamientos tecnológicos para obtener agua, por caso ósmosis, desalinización y reciclado de líquidos cloacales, en lugares desérticos", explicó.
     En particular, el convenio que involucra a nuestra ciudad refiere la utilización de la planta depuradora de la Tercera Cuenca, situada cerca del balneario Maldonado.
     "Queremos que los técnicos determinen la posibilidad de adaptarla para el reciclado de esos líquidos", agregó el intendente.
     La posibilidad de recurrir a estos efluentes es apoyada por las empresas del Polo Petroquímico, las cuales, en varias oportunidades, han manifestado que a través de ellos, y de acuerdo con sus estudios preliminares, podrían satisfacer el 100 por ciento de sus necesidades.
     Breitenstein explicó que el señalado acondicionamiento permitirá, además, disminuir el volcado de líquidos cloacales a la ría, "con una importante reducción de la contaminación".
     Por último, y al retomar el interés del Polo Petroquímico en esta obra, dijo que, conjuntamente con la gobernación y con ABSA, trabaja en la búsqueda de financiamiento para "la planta que beneficiará a toda la región, castigada por una desertificación no conocida en los últimos 100 años".
Otros temas
     La comitiva que integra Breitenstein, y que encabeza el gobernador Daniel Scioli, también mantuvo ayer diversas reuniones con especialistas en seguridad urbana. Por otra parte, accedió a distintas tecnologías aplicadas en Israel en materia de tratamiento de residuos sólidos urbanos y consideró cuestiones de ciencia y tecnología desarrolladas en la Universidad Hebrea de Jerusalén.
     Respecto de la seguridad, el jefe comunal comentó que en Israel no se nota la presencia de tanta policía en las calles.
     "Sí observamos cámaras colocadas en todos los lugares. En este sentido, Daniel Scioli anunció que en marzo próximo se pondrá en marcha el Centro de Monitoreo Integral de la Provincia.
     Agregó que el sistema funcionará en La Plata, para las 1.400 cámaras de vigilancia que existen en todo el territorio bonaerense.
"La colocación de las cámaras de seguridad en Bahía Blanca se concretará una vez que la comisión de evaluación determine cuál será la empresa adjudicataria, de un total de siete que se presentaron en la licitación. Tendremos un monitoreo unificado de este sistema", indicó.
     Sobre los rellenos sanitarios, el intendente dijo que se reunió con los integrantes de una organización no gubernamental que lleva plantados 240 millones de ejemplares en Israel, a razón de siete mil por semana, y que transformó los espacios desérticos.
Una experiencia muy particular
     "Se percibe estar en un lugar central en la historia de la humanidad", indicó Breitenstein al repasar parte de su experiencia en Israel, un Estado de 8 millones de habitantes cuya capital, Jerusalén, es considerada ciudad sagrada por el judaísmo, el cristianismo y el islamismo.
     Para el intendente, cada paso en ese territorio de 500 kilómetros de extensión, significa atravesar un tramo de la evolución del mundo.
     "El primer día visitamos la Ciudad Antigua, el Muro de los Lamentos, al Santo Sepulcro, donde fue enterrado Jesús, y Belén, el lugar de su nacimiento", recordó.

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