La Planta de Clasificación y Compostaje de Almería apuesta por la valorización energética a partir de los desechos · La capital contará con un complejo medioambiental de tratamiento y reciclado pionero en 2012
Abres un envase, consumes o utilizas su contenido y lo tiras. Desconoces su paradero, sólo piensas que el tiempo, muchos años, acabará descomponiéndolo, contaminando suelo y atmósfera. Antes esto era una realidad; ahora no. Actualmente ese objeto se reconvertirá en otro, servirá de compost para la tierra o se generará electricidad a partir de él. Parte de este trabajo se lleva a cabo en la Planta de Clasificación y Compostaje de Almería, que gestiona y explota Cespa.
De acuerdo a los datos facilitados por la empresa, son 124. 497 las toneladas de residuos asimilables a urbanos tratadas anualmente con una eficacia del 54%, porcentaje elevado en cuanto a su aprovechamiento.
Una vez llegan los camiones cargados de basura, que previamente el ciudadano debe haber dividido según plástico, papel o cartón, vidrio o residuos sólidos urbanos (R.S.U.), que proceden del contenedor gris y en los que debería prevalecer la materia orgánica, ésta se clasifica en la planta según estos parámetros. Respecto al grupo no selectivo, se separa la materia orgánica de la que no lo es. La primera se deposita en una nave de compostaje en la que la materia se deja fermentar para transformarla en compost para jardinería o agricultura.
Con el material inorgánico se procede al reciclaje secundario para separar los residuos susceptibles de ser reciclados a través de triaje manual o campos magnéticos en el caso de los metales férricos. Los residuos sobrantes e inaprovechables se destinan al vertedero.
Tanto los materiales originarios de la recogida selectiva como los capturados de los R.S.U. se prensan y almacenan, bien clasificados, a la espera de que la entidad que trate de forma definitiva el producto para un nuevo uso los recoja. Los que llegan al vertedero servirán para la generación de biogás.
Para aumentar la rentabilidad y eficacia de la planta, las instalaciones de Cespa en Almería están inmersas en un proceso de mejora y ampliación. Por un lado, se está ultimando el nuevo vertedero con nuevas celdas para gestionar el líquido que desprende la materia orgánica vertida, y sellado de la antigua zona de vertido, que, además, se restaurará de acuerdo al paisaje del entorno. El nuevo depósito controlado, con una vida útil de 23 años, ha sido presupuestado en 5,54 millones de euros, de los que se han ejecutado en torno a dos. También ha culminado el cerramiento de la nave de fermentación de los R.S.U., que ha supuesto una inversión de 2,45 millones y con el que se evita que las partículas volátiles vuelen, se minimiza la emisión de olores y se propicia un mayor control del compostaje.
La segunda fase del proyecto de optimización de las instalaciones de la planta que se desarrollará durante el próximo año se basa fundamentalmente en la automatización de la planta de tratamiento de R.S.U., con el fin de incrementar el rendimiento de selección y de mejorar la calidad de los materiales recuperados, entre otros; y la construcción de una planta de reciclado y granceado de subproductos plásticos recuperados de las diferentes fracciones de residuos, con unas inversiones previstas de 3,55 millones de euros y 5,48 millones de euros, respectivamente.
De esta forma, la Planta de Clasificación y Compostaje de Almería sería pionera en el reciclado integral de materias recuperadas de los residuos dentro de sus instalaciones, además de conllevar nuevos puestos de trabajo. Por lo tanto, para el año 2012 la capital almeriense contará con un complejo medioambiental de tratamiento y reciclado único en España.
De acuerdo a los datos facilitados por la empresa, son 124. 497 las toneladas de residuos asimilables a urbanos tratadas anualmente con una eficacia del 54%, porcentaje elevado en cuanto a su aprovechamiento.
Una vez llegan los camiones cargados de basura, que previamente el ciudadano debe haber dividido según plástico, papel o cartón, vidrio o residuos sólidos urbanos (R.S.U.), que proceden del contenedor gris y en los que debería prevalecer la materia orgánica, ésta se clasifica en la planta según estos parámetros. Respecto al grupo no selectivo, se separa la materia orgánica de la que no lo es. La primera se deposita en una nave de compostaje en la que la materia se deja fermentar para transformarla en compost para jardinería o agricultura.
Con el material inorgánico se procede al reciclaje secundario para separar los residuos susceptibles de ser reciclados a través de triaje manual o campos magnéticos en el caso de los metales férricos. Los residuos sobrantes e inaprovechables se destinan al vertedero.
Tanto los materiales originarios de la recogida selectiva como los capturados de los R.S.U. se prensan y almacenan, bien clasificados, a la espera de que la entidad que trate de forma definitiva el producto para un nuevo uso los recoja. Los que llegan al vertedero servirán para la generación de biogás.
Para aumentar la rentabilidad y eficacia de la planta, las instalaciones de Cespa en Almería están inmersas en un proceso de mejora y ampliación. Por un lado, se está ultimando el nuevo vertedero con nuevas celdas para gestionar el líquido que desprende la materia orgánica vertida, y sellado de la antigua zona de vertido, que, además, se restaurará de acuerdo al paisaje del entorno. El nuevo depósito controlado, con una vida útil de 23 años, ha sido presupuestado en 5,54 millones de euros, de los que se han ejecutado en torno a dos. También ha culminado el cerramiento de la nave de fermentación de los R.S.U., que ha supuesto una inversión de 2,45 millones y con el que se evita que las partículas volátiles vuelen, se minimiza la emisión de olores y se propicia un mayor control del compostaje.
La segunda fase del proyecto de optimización de las instalaciones de la planta que se desarrollará durante el próximo año se basa fundamentalmente en la automatización de la planta de tratamiento de R.S.U., con el fin de incrementar el rendimiento de selección y de mejorar la calidad de los materiales recuperados, entre otros; y la construcción de una planta de reciclado y granceado de subproductos plásticos recuperados de las diferentes fracciones de residuos, con unas inversiones previstas de 3,55 millones de euros y 5,48 millones de euros, respectivamente.
De esta forma, la Planta de Clasificación y Compostaje de Almería sería pionera en el reciclado integral de materias recuperadas de los residuos dentro de sus instalaciones, además de conllevar nuevos puestos de trabajo. Por lo tanto, para el año 2012 la capital almeriense contará con un complejo medioambiental de tratamiento y reciclado único en España.
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